Este proyecto de interiorismo para un restaurante en Madrid parte de una propuesta sencilla pero con mucha personalidad, donde el confort y la funcionalidad son protagonistas. El espacio se organiza de forma clara y accesible, con una distribución que favorece la circulación y la conexión visual entre zonas, manteniendo siempre una atmósfera cercana y acogedora.

La paleta cromática combina tonos azules y grises con detalles en rojo intenso en la tapicería, aportando energía y dinamismo sin perder equilibrio. La madera, presente en revestimientos y mobiliario, añade calidez y textura al conjunto, suavizando el contraste cromático y dotando al espacio de una identidad natural y atemporal.

El mobiliario, de líneas simples y materiales resistentes, ha sido seleccionado para ofrecer comodidad y coherencia estética. La iluminación funcional y puntual refuerza la claridad del espacio, destacando zonas clave sin sobrecargar el ambiente. Un proyecto pensado para que la experiencia del cliente sea cómoda, visualmente atractiva y alineada con el espíritu accesible y directo del restaurante.